Patatas bravas a la madrileña - CWK
Cuando no estamos metidos en plena ola de calor y pensamos felizmente en el verano, siempre nos viene a la mente cosas como la playa, los chiringuitos, la cerveza y, como no, ¡las patatas bravas!
Vale que las solemos comer durante todo el año, pero no me negaréis que cuando mejor sientan es en una terracita acompañadas de cualquier bebida bien fría y buena compañía ¿verdad?
Por que, seamos sinceros, ¿quién se prepara en casa unas patatas bravas clásicas, como dios manda, con la solana que está pegando y el calorcito que hace en la cocina? Después de haberlas preparado para mostraros esta receta os aseguro que nosotros no. Como mucho preparamos una especie de patatas mixtas guarripeich, que consiste en mezclar alguna que otra salsa encontrada en el súper y de cuyo contenido no quiero ni acordarme, con un poco de mayonesa o allioli.
Están ricas, pero después de probar esta salsa brava va a costar volver a las anteriores...
Creo que os he comentado alguna vez que yo no soy muy amiga de lo picante, pero esta salsa está buenísima. Mi cocinillas supo encontrar el punto justo para que él notara el picante (es casi inmune a esta substancia) y a mi no me ardiera la boca o me cayeran lagrimones con cada bocado. Pica, eso sí, pero cuando te comes una patata te quedas con las ganas de comer otra más... y otra... y otra... Vamos, que si estáis aún con operación bikini, mejor probáis este plato a finales de verano ;).
Como nos cuentan las chicas de Whole Kitchen, el origen de este plato no está muy claro, hay quien lo atribuye a Casa Pellico otros dicen que se empezó a servir en la Casona, ambos bares madrileños y ya desaparecidos, lo que sí es cierto, es que fue sobre 1960 y que las colas alrededor de estos dos bares sólo para probar las patatas bravas fueron míticas.
Y al igual que casi todos los platos, cada lugar tiene su propia receta e ingredientes, aunque el picante es el factor común en todos los lados ;). Nosotros nos basamos más o menos en la receta madrileña, aunque la adaptamos a nuestros gustos.
Con las cantidades que os ponemos os saldrá una buena cantidad de salsa brava para que podáis disfrutar de este rico plato durante unos cuantos días, siempre que la guardéis bien tapada en la nevera.
Vale que las solemos comer durante todo el año, pero no me negaréis que cuando mejor sientan es en una terracita acompañadas de cualquier bebida bien fría y buena compañía ¿verdad?
Por que, seamos sinceros, ¿quién se prepara en casa unas patatas bravas clásicas, como dios manda, con la solana que está pegando y el calorcito que hace en la cocina? Después de haberlas preparado para mostraros esta receta os aseguro que nosotros no. Como mucho preparamos una especie de patatas mixtas guarripeich, que consiste en mezclar alguna que otra salsa encontrada en el súper y de cuyo contenido no quiero ni acordarme, con un poco de mayonesa o allioli.
Están ricas, pero después de probar esta salsa brava va a costar volver a las anteriores...
Creo que os he comentado alguna vez que yo no soy muy amiga de lo picante, pero esta salsa está buenísima. Mi cocinillas supo encontrar el punto justo para que él notara el picante (es casi inmune a esta substancia) y a mi no me ardiera la boca o me cayeran lagrimones con cada bocado. Pica, eso sí, pero cuando te comes una patata te quedas con las ganas de comer otra más... y otra... y otra... Vamos, que si estáis aún con operación bikini, mejor probáis este plato a finales de verano ;).
Como nos cuentan las chicas de Whole Kitchen, el origen de este plato no está muy claro, hay quien lo atribuye a Casa Pellico otros dicen que se empezó a servir en la Casona, ambos bares madrileños y ya desaparecidos, lo que sí es cierto, es que fue sobre 1960 y que las colas alrededor de estos dos bares sólo para probar las patatas bravas fueron míticas.
Y al igual que casi todos los platos, cada lugar tiene su propia receta e ingredientes, aunque el picante es el factor común en todos los lados ;). Nosotros nos basamos más o menos en la receta madrileña, aunque la adaptamos a nuestros gustos.
Con las cantidades que os ponemos os saldrá una buena cantidad de salsa brava para que podáis disfrutar de este rico plato durante unos cuantos días, siempre que la guardéis bien tapada en la nevera.
Whole Kitchen, en su propuesta salada para el mes de julio, nos invita a
preparar un clásico de la cocina española: patatas a la brava.
Ingredientes
- 3 patatas grandes
- 1 cebolla grande
- 3 ajos
- 250 ml. de caldo
- 200 gr. de tomate triturado
- Un trozo de jamón
- 1 cucharada pequeña de pimentón dulce
- 1 cucharada pequeña de pimentón picante
- 1/4 de cucharada pequeña de cayena en polvo
- 1 sobrecito de azafrán molido (0,10 gr.)
- 1 cucharada pequeña de maicena
- Aceite de oliva y vinagre
- Azúcar moreno y sal
Preparación
Pica la cebolla y los ajos muy finos. Reserva.
Lava las patatas sin quitarles la piel y deja que hiervan durante 5 minutos. Retíralas del fuego y deja que se enfríen.
En una sartén a fuego lento calienta un chorro de aceite, echa la cebolla y los ajos con una pizca de sal y deja que se pochen bien removiendo de vez en cuando.
Cuando la cebolla ya esté blanda y bien transparente añade el pimentón dulce, el pimentón picante, y la cayena el polvo. Retira enseguida del fuego y remueve para que no se queme.
A continuación vierte 200 ml. de caldo, el tomate triturado, el trozo de jamón y el azafrán, remueve y vuelve a colocar la sartén en el fuego, esta vez a fuego medio. Deja que la salsa se reduzca durante unos 15 minutos aproximadamente.
Añade el vinagre y rectifica de sal y azúcar si hiciera falta. Mezcla la maicena con los restantes 50 ml. de caldo previamente templado. Añade esta mezcla a la salsa y remueve hasta que se ligue según te guste.
Retira la sartén del fuego, quita el jamón y deja que se temple.
Mientras se enfría la salsa podemos preparar las patatas. Quítales la piel con cuidado y, con la ayuda de un descorazonador de manzanas, córtalas con la forma cilíndrica.
Si quieres que te queden rectas, con la ayuda de un cuchillo corta los laterales de los cilindros.
Fríelas en una sartén a fuego fuerte hasta que estén bien doradas, déjalas reposar sobre una servilleta de papel para que absorba el exceso de aceite antes de servirlas y echa la sal por encima.
17 Comentarios
Te ha quedado de lujo la tapa!!!
ResponderEliminarpor cierto, revísate el link que has puesto en whole kitchen, porque con ese link envías al blog de whole kitchen y no aquí. Yo he tenido que buscarte para llegar ;)
besos
Hola Aisha,
EliminarMuchas gracias por avisarme! Lo hice justo antes de salir de casa y las prisas nunca son buenas ;) Ahora lo modifico.
Besos
Que chulas...menuda pinta que tienen. Nos apuntamos tu receta de salsa brava. Besos
ResponderEliminarMe encanta la presentación que le has dado a tus patatas, la próxima vez que las haga las haré de este modo, besos mil.
ResponderEliminar¡Que buena pinta! Nunca las había visto con esta forma, quedan genial.
ResponderEliminarUn beso
Me ha gustado mucho tu versión, quedan muy bonitas con esa forma y muy originales!!! Seguro que estaban deliciosas.
ResponderEliminarUn besito,
Qué originales !!! Están genial. Me quedo con la idea y con la salsa que me encanta.
ResponderEliminarUn besito
Ay, qué cucas te han quedado! No se me ocurrió hacerlas con el cacharrito este, pero quedan cuquísimas. Y muy originales. Y la salsa, con el toque del jamñon y la cayena....rico, rico.
ResponderEliminarUn saludín! :D
Me ha encantado la presentación, es chulísima!!! Y se ven tan buenas...!! Fantástica versión, si señor!
ResponderEliminarUn abrazo!
Bueno, bueno, ¡qué trabajera! y sin duda ha merecido la pena, ¡todo un regalo para la vista y seguro que para el paladar también! Con gusto me llevaría un puñado de esos cilindros tan chulos...
ResponderEliminarLa presentación SUPER original.. me han encantado
ResponderEliminarYo es que soy una bravera, toda mi vida en busca de las bravas perfectas.. siempre degustando en un sitio y otro, a ver qué encuentro jajaj Un beso!
¡Que manera más bonita de cortar las patatas, de verdad que me encanta. Buen "finde", Un beso
ResponderEliminarLa presentación muy original (yo por lo menos no las había visto nunca así),y la salsa muy buena,además para los que no les guste demasiado picante,la pueden comer sin problemas jeje Besos!
ResponderEliminarEs verdad, pican pero no abrasan la boca. Bueno, supongo que depende de la cantidad de picante que le añadamos je, je. Me encanta la forma que tienen las patatas. Es muy original. Besos.
ResponderEliminarQue buena pinta tienen. Y así en ciíndrico quedan muy bien. Lo de la salsa guarripeich me ha hecho reir....yo también uso salsas comerciales luego me digo: con lo fácil que es hacerla en casa... Pero cae en la cesta. El punto del picante en casa es igual, yo no lo aguanto pero mi marido no tiene problemas.
ResponderEliminarSaludos!!!!!
Me acordé de Obelix, parecen menhires! jajaja, me encanta la primera foto.
ResponderEliminarBesos
HOla
ResponderEliminarme han encantado y que forma tan chula, yo lo uso para rellenar muffins, pero mira que idea tan buena, eso si habrá que hacerlas cuando no haga mucho calor
besitos
¡Muchas gracias por tu comentario!
Leo y agradezco cada uno de ellos ya que gracias a vuestras palabras consigo aprender un poquito más.
Si prefieres un e-mail, también puedes escribirme a elrecetariodeladyhalcon@gmail.com
Un abrazo